No parece muy aconsejable disparar una bengala sobre tu propio paracaÃdas en ese lapso de tiempo que transcurre entre que abandonas el avión y aterrizas suavemente sobre el suelo. Pero por si alguno sentÃa la inquietud de conocer qué puede suponer en esos casos hay alguien que ha tenido la feliz ocurrencia de hacer la prueba y grabarlo en al vÃdeo que te mostramos a continuación para que el resto de la Humanidad pueda satisfacer sus dudas.
La protagonista de la hazaña se llama Brianne Thompson y en la mejor tradición de las espectaculares veladas de magia podrÃa haber comenzado diciendo “para mi siguiente truco necesitaré un avión, un paracaÃdas y una pistola de bengalas“.
Lo primero que hace Brianne tras saltar desde la seguridad del avión es proceder a desplegar correctamente el primer paracaÃdas, al que una vez completamente extendido apunta con la pistola de bengalas que lleva en una de sus manos. Una vez el proyectil abandona el arma podemos ver como en décimas de segundo la tela se incendia por completo en un manto de llamas que tan rápido como se inicia se extingue al acabar en breve con todo el material inflamable disponible.
Teóricamente el resto del material que compone el paracaÃdas también serÃa combustible pero la propia velocidad de la caÃda impide que el fuego “baje” hacia la mochila.
En cuanto el primer paracaÃdas queda literalmente fulminado es el momento de proceder a desplegar el segundo paracaÃdas, el de seguridad, que se abre correctamente. Una vez asegurada la pistola de bengalas para evitar molestias, Brianne toma los mandos del paracaÃdas para maniobrar lo mejor posible en el descenso.
Si alguien se está preguntando por la razón para grabar este vÃdeo se nos ocurre que puede obedecer, más allá de satisfacer curiosidades extremas sobre las circunstancias más peregrinas, a una demostración de lo inflamable de los paracaÃdas y a su vez, quizá, como ejemplo de una posible solución para el caso de un paracaÃdas que se despliega erroneamente y del que no podemos desprendernos a fin de evitar que si desplegamos el de seguridad ambos queden liados entre sÃ.
Mucho más rápido y posiblemente seguro que intentar cortar las cuerdas del paracaÃdas pudiera ser este método consistente en disparar una bengala que en pocos segundos consumirá el paracaÃdas que ya sólo es un estorbo, dejando vÃa libre al desplegado del segundo.